Historia

El Colegio Shaddai comenzó sus actividades el 31 de enero del año 2000, como respuesta a un llamado de Dios que motivó a una familia cristiana de Osorno a dedicar su vocación docente a formar personas íntegras. Nuestro propósito siempre ha sido entregar una educación de calidad que promueva valores cristianos y contribuya a la construcción de ciudadanos responsables y comprometidos con la sociedad.

Las clases iniciaron el 8 de marzo de 2000, con 204 alumnos, 9 docentes y 2 auxiliares, abarcando desde Kínder hasta 7° Básico en un total de 8 cursos. El primer colegio funcionó en una antigua casona de 1950 ubicada en una zona urbana de difícil acceso, lo que obligaba a organizar transporte escolar para estudiantes y docentes. A pesar de las limitaciones físicas del inmueble, el compromiso y esfuerzo de padres y docentes permitió brindar una educación de excelencia desde los inicios.

Gracias a la oración y al apoyo de la comunidad, surgió la oportunidad de trasladarnos a nuevas instalaciones en un edificio que anteriormente albergaba actividades metalúrgicas. En febrero de 2002, el colegio se trasladó a este nuevo espacio, que ha sido adaptado para ofrecer un ambiente más adecuado y seguro para el aprendizaje y que hoy seguimos ocupando con orgullo.

Actualmente, el Colegio Shaddai trabaja en el desarrollo de educación media, con infraestructura próxima a construirse, lo que nos permitirá ofrecer continuidad educativa a nuestros estudiantes.

A lo largo de nuestra trayectoria, hemos formado una red de colaboradores y aliados estratégicos que nos apoyan en nuestros objetivos formativos, entre ellos:

• Servicio de Salud de Osorno
• Centro de Salud Familiar M. Lopetegui
• Red Ambiental Ciudadana de Osorno
• Universidad de Los Lagos
• Club de Leones Osorno Rahue
• Departamento Provincial de Educación
• Seremi Regional de Educación
• Cuerpo de Bomberos de Chile

Gracias a este acompañamiento, seguimos creciendo y cumpliendo nuestra misión de educar con excelencia y valores cristianos, formando estudiantes preparados para enfrentar los desafíos de la vida.